Si tú supieras...

Hola una vez más a todos y todas. Siento la tardanza, sabeis que suelo actualizar el blog los fines de semana, pero estas semanas están siendo más complicadas de lo que me esperaba y no tengo casi ni tiempo para dormir, asi que menos de actualizar el blog.

La verdad es que tampoco lo he actualizado antes porque no sabía muy bien sobre que tema hacerlo. Supongo que puesto que estoy bastante desencantada ultimamente con ciertas cosas, los tiros irán por ahí, estoy en una época un poco pesimista, así que no me lo tengais muy en cuenta.

Pues bien, lo que estaba pensando exactamente es que las chicas nos quejamos mucho de que no quedan principes azules en el mundo, que parece que el romanticismo se esté extinguiendo. Yo creo que el verdadero problema es que no nos hemos dado cuenta de que tampoco nosotras somos las princesas que ellos buscan (o no, hay quien prefiere la madrastra).

Creo que nosotras exigimos más de lo que debieramos, que esperamos demasiado, que nos comemos la cabeza demasiado y que les tenemos en cuenta algunas cosas que ni a ellos se les pasa por la cabeza considerar. Es decir; una chica, cuando tiene una cita, se puede pasar horas cambiando una prenda de ropa por otra delante del espejo y juzgándose a si misma muy duramente, y con el maquillaje más de lo mismo, puede incluso ensayar el tono de voz con el que te va a hablar, puede cerrar los ojos y ponerse en la situación de que está con el chico que le gusta y no puede evitar que le suban los colores. Es de esperar que después de toda la atención que le hemos dedicado a este encuentro nuestra perspectiva sobre el mismo nos decepcione, puesto que siempre parece que él no aporte nada, parece que no haya tenido la misma preparación para él que para ella, y esto nosotras (yo creo) en el fondo lo demandamos.

Creo que estoy haciendo un poco un brainstorming y no estoy concretando ni ordenando los pensamientos, pero así siempre es más divertido aunque menos estructurado (por esto perdonadme si no me entendeis cuando hablo, el problema es mio, no vuestro).

Demandamos imaginación, naturalidad y una sarta de cosas más. Pero en el mundo en el que vivimos la imaginación está en peligro de extinción, parece que todo esté ya hecho o dicho, no hay nada nuevo. Y eso es justamente lo que queremos nosotras; algo que solo te hagan a TI, que esté pensado y hecho para ti y PARA NADIE MÁS. Nos gusta que nos hagan sentir únicas, nos gusta que nos quieran por (o más bien, a pesar de) lo que somos, en definitiva.

Me encanta cuando empiezo a escribir y no se ni de que voy a hablar, ni como lo voy a organizar, ni cuanto voy a abarcar...

Y así es como una se va por las ramas, del castaño o del nogal, lo mismo da.

En fin, espero que los chicos lectores hayais entendido algo más sobre el género femenino y que las chicas os sintais algo identificadas (para no sentirme tan rara por otra parte). Espero también que paseis un buen puente y lo aprovecheis en lo que debais.

¡Un saludo a todos y hasta la siguiente vez que tenga ganas y tiempo de escribir!