Hoy vengo a daros la segunda entrega de "Pause-Play".
La vida, o la vives, o te la pierdes. A veces hay que arriesgarse por cosas que a uno le dan vértigo...
Entrar en la Universidad da vértigo, pero cuando estás allí raramente te arrepientes; decirle a alguien que le quieres da vértigo, pero si no lo haces nunca lo sabrá, y te quedarás con el run-run en tu cabeza de no saber lo que habría ocurrido si lo hubieras hecho; hablar con la gente cuando no la conoces da vértigo, y el menos a mi, vergüenza, pero si no lo haces, nunca llegarás a tener amigos... Y así un largo etcétera de cosas que dan vértigo pero que finalmente dan sus frutos y valen la pena.
Yo chic@s no se porqué hablo de esto porque la verdad es que soy la menos indicada, pero me siento hoy en la obligación de animaros a arriesgar por las cosas que creeis que pueden valer la pena (aunque esto que estoy diciendo se puede malentender), hablo de ser valientes y de no dejar pasar las oportunidades o regalos que Dios pone en tu vida, porque puede que ponga más adelante otras distintas, y te haga feliz de otro modo, porque Él siempre se las arregla para hacerlo, pero las que han pasado ya no volverán, así que cuidadito con lo que hacemos, porque puede que hagamos el camino más retorcido y dificil de lo que en realidad es por puro miedo, vagancia o cabezonería.
La moraleja: ¿No te ves capaz de algo? Pídeselo a Dios, y verás. Mi opinión es que nunca falla (tarde o temprano, eso no os lo discuto). Y recordad que es el Dios de lo imposible.
Un besito a tod@s y alegría!
PD: Estoy muy mística últimamente, no sé porqué será.